Un niño que no dice nada.
El otro día te vi pasar
y no había nadie del otro lado del espejo.
El otro día,
cuando me arreglaba para salir, te ví.
No hacías nada.
¿ Tu silencio me suplica algo?
Niño del espejo, haz algo,
porque
estoy enloqueciendo.
El mundo se vuelve contra mí,
pero todavia estás aca,
en el espejo;
y entonces me doy cuenta,
¡ No puedo actuar como muerta!
¡ No estoy muerta!
Me doy cuenta
que debo correr al mundo
y volver a vivir siempre.
Porque siempre vas a estar en el espejo;
Siempre vas a ser la vida de mi ser
reflejada.
Nunca te vayas Niño,
nunca me dejes.
Ni el otro día, ni ayer, ni hoy
El niño del espejo no está.
El otro día, cuando pasé frente al espejo,
me vi y te vi
niña del espejo,
mujer del espejo;
te vi otra vez.