Esto empieza otra vez, con vos.

Es frustrante que solo me escribas porque querés algo.

Pero saber de vos,

está bueno.

Sabés,

yo estoy perdida,

y no se qué soy, ni quién.

Pero pienso que podés ser algo bueno,

para mí;

hacerme bien,

devolverme.

Podés ser el boleto a mí misma.

Me podés salvar,

quizá.

¿ Dónde quedó ese enredo de sentimientos

que me dijo

estaba enamorándome de vos?

¿ Dónde está sonrisa,

que me hizo suspirar de amor?

Realmente no es esto,

solo forcé la rima.

Estoy pensando,

necesito enamorarme otra vez.

Tener algo al alcance de mi mano

para gritarlo como sé.

Y estoy gritando,

sin darme cuenta estoy gritando otra vez.

Pero realmente, no es como si fuera yo.

Esto es como si no valiera la pena,

lo que intento demostrar.

No me sirven,

estos gritos no me sirven.

Y qué importancia tiene encontrarme, ¿no?

Si al mundo no le sirve lo que soy,

no le sirven mis gritos, mis lágrimas,

mis peleas.

Y si a nadie le sirve lo que soy,

si nadie me extraña como soy;

es mejor olvidarme.

Si ya empecé a desaparecer,

sí existí;

sería un destino roto,

un destino olvidado que sí existió.

Pero me resisto a morir.

Hay algo que me obliga a resistirme,

a buscarme siempre.

Soy algo pendiente,

no sé si voy a ser,

Y es que soy todas estas palabras que ves acá,

y allá;

las qué publiqué

y las que escribí;

las que grité,

y las que no lloré.