martes, 11 de octubre de 2016

A todos.

El pueblo tiene hambre
y cada vez tiene menos plata,
y cada vez más,nos quedamos sin nada;
sin comida,sin trabajo, sin moral.

"si no tenés plata, viví
como alguien sin plata,
ubicate"
"tenés frío
abrigate"
Se burla de nosotros.
Y entre nosotros hay personas que te creyeron,
que confiaron en vos,
y les estás sacando el pan;
al país le das más hambre
y bronca.

Somos todo un país que está mal.

A estos negritos hay que pintarles pajaritos
mientras los dejamos en pelotas.
Comprá toda la tele
así no pueden darse cuenta
de mi verdadera cara
y que ellos no me importan.

No hay ni pajaritos, ni florcitas
que puedan cambiar la verdad.

Y hasta que el último de nosotros,
desde el más chico hasta el más grande,
desde el más joven al más viejo,
todos juntos, salgamos a la calle,
nada va a dejar de ser así.

Si todo el país, todo el pueblo, todo el que sabe la verdad
de que no somos nadie ,
no nos unimos para luchar,
nada va a cambiar.

Porque es necesario luchar por la vida.
Hoy, luchar por la vida.
Y nosotros tenemos que luchar,
porque ya no tenemos más nada;
porque la justicia cambia
la están cambiando
y la están poniendo en nuestra contra.
Nadie puede denunciar las injusticias,
porque las cosas ya son legales, ahora.

Y van a buscar la forma de sacarnos más
los sueños, la voluntad, la lucha
de nuestra mente y nuestra alma
para no pelear por nosotros mismos.

Todos, como hijos del cielo, sentimos hambre,
hambre de atención, de justicia,
hambre de amor para nuestra nación.

Queremos que cuides nuestra historia,
que respetes nuestro dolor;
no queremos que cambies nuestras victorias pintando pajaritos encima y diciendo que fueron derrotas.

Porque todos queremos estar bien.

Necesitamos que las cosas cambien,
y tenemos que creer que nosotros podemos cambiar ahora, en este momento,
la injusticia por seguridad.

Sapere aude
Ten valor de saber
que no somos una prioridad,
ni siquiera un ítem en una lista
a tener en cuenta.

Lo que era justo, vivir bien,
ya no está bien;
y está bien condenar a la gente,
robar su libertad
para destrozar sus sueños.

Y hay que salir a pedir
un cambio.
Un cambio de verdad bueno
para todo el país.
Pedir por lo que es justo, de verdad;
porque todos nosotros sabemos lo que es justo.

No es justo que caminen en la historia
con los pies llenos de mierda
clavando agujas en cada muerte reconocida
jugando a ser moralista
y cagarte en alguien que perdió todo lo importante, ahí.

No nos pidan paciencia,
porque las cosas cambian para mal.

Hasta que aprendan a trabajar,
vamos a estar todos cayendo a pedazos
hacía la muerte;
¿ Cuánto vamos a soportar?


Hasta que todo esté realmente roto,
nada va a parar.
Y cuando todos, pero todos se den cuenta,
ya no va a haber vuelta atrás.

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