sábado, 25 de abril de 2015

Estoy perdida.

Perdí las alas,
una vez
y allí me fui.
La vida,
el sentido,
mi sueño,
la esperanza,
y todo se fue.

Destrozada, en el piso
caminé,
buscando algo
y lo encontré.
Entre todo lo que perdí,
me encontré otra vez,
y caminé.

Creí encontrar lo que quería,
pero me perdí otra vez.
Recordando mi libertad perdida, lloré.

Pero logré ser libre otra vez.
Volví a volar como siempre,
con esperanzas.

Pero me perdí, otra vez.
Y esta vez
ya no hice nada.

¡ Y tan poco me importaba!
Que me conformé
y acepté ser olvidada,
otra vez.

Una aventura de no saber quien soy.

No sabiendo nada,
aprendí muchas cosas.
Valores y lecciones de vida.
Opciones a futuro,
posibilidades de vida para mi vida.

Pero no estaba ahí.

El camino me seguía llevando a perderme.

Y no sé qué quiero,
ni tampoco quién soy;
ni qué me hace ser,
o cómo llegué.

Y me siento forzada a responderme quién soy,
siempre que pasa esto.

Y no sé que quiero,
porque perdí todas las respuestas.
Perdí quién soy, y qué quiero.

- Dios te preparó toda la vida para esto-.
¿ Quizá?

Si estoy perdida,quizá pueda ser esto.
Quizá pueda tomarlo como respuesta.

Pero no soy una palabra cualquiera,
no;
y me encontré otra vez.

Quien soy es esto.

Lo que me hace
y lo que soy,
es esto;
es esta hoja de papel,
son estas palabras,
estas dudas escritas.

Me pierdo
y olvido
que soy un papel escrito;

El llanto,
la tristeza y alegría;
soy la vida y la muerte
escribiendo poesías,
escribiendo gritos,
escribiendo la vida.

Soy ésta que llora sus lágrimas
en un papel.

Soy esta que escribe.

Soy una escritora,
y escribo lágrimas;
las mías y las de todo el mundo.

Escribo el amor ajeno y propio.

Y cada palabra,
cada poema soy yo.

Esto soy,
un papel.
Muchas hojas que lloran
contando las penas con tal belleza
que inspira vivirlas y sentirlas así.

Esta soy yo,
este es mi don,
es mi regalo,
es mi trabajo,
es mi propio amor,
es mi pasión,
es lo que soy.

Un papel que dice
que vale la pena vivir;
que tengas el deseo de querer vivir.

Porque cada dolor,
cada pena,
cada llanto,
cada sentimiento bueno o malo,
cada culpa
vale la pena vivirlo.

Haz de tu vida algo hermoso;

Cada hoja de mi libro,
es mi vida;
y cada hoja de mi libro
es lo más hermoso.

Porque mi destino es no morir,
y vivir siempre.
Porque en cada hoja de mis libros
volverán a verme,
a sentirme viva.

Porque todo esto es mi vida,
mi destino es no morir.

Y en cuanto deba enfrentar a Dios,
le diré que todo lo que escribí,
lo hice con amor.
Que escribí con mi corazón,
y de corazón;
que en cada poema está mi corazón;
que cada poesía soy yo misma.
Que todo lo hecho,
lo amé
haciéndolo,
y leyéndolo
volví a amarlo más fuerte.

Porque eso es lo único que importa para Dios,
amar las cosas.
Cuánto amaste tu vida, en tu vida.

Y me volví a encontrar,
otra vez.
Y camino,
otra vez.
Y voy a volar,
esta vez.
Y voy a amar lo que escriba,
porque es el testimonio
de mi pasión por vivir.

Lo que puedo hacer
hacer bello el dolor,
hermosa a La Muerte,
y amarme más cada día.
Porque amo con todas mis fuerzas,
esto que puedo hacer.

Amo con todas mis fuerzas
esto que soy,
escritora.

Diálogo con mi yo niña

Creo que nunca me odié,
pero sí me encontré ante la incertidumbre
de verme como si fuera otra persona, fuera de mí;
viéndome a mí misma,
como queriéndome preguntar algo,
pero no sé qué.

Como esperando a arrepentirme de mí misma,
de ser yo,
pero nunca lo hacía.

Me vi, muchas veces
pero quedé en blanco,
sin nada que decir;
como si estuviera frente a alguien que ya no pudiera cambiar,
que ya no tiene remedio.

Muchas veces me vi
sin esperanzas de ser amada o querida.

Me tengo yo, así,
y no sé qué pasa
porque nadie me ve.
Nadie me quiere ver.

Soy esto,
pero no sé qué pasa,
¿ Por qué nadie me quiere ver?
Me lo repetía llorando,
se lo repetía al espejo.
Me lo gritaba en silencio
cada noche,
de todo ese tiempo
que duró el reproche.

Soy esto,
¿ Por qué no me ven?

Me tengo yo así,
alejada del mundo,
alejada de todos.
Entonces pienso,
que yo soy sola,
entre todos.

Soy esto,
mientras todos corren y juegan;
estoy sola.

Estoy acá,
esperando.
A ver qué pasa,
a ver si cambia,
a ver si alguien se da cuenta de que me duele.
A ver si yo misma me doy cuenta de que duele.

Y es que me dolía,
pero no sabía lo que era el dolor.

Y es que soy así.. Esto..
Y nadie..
Nadie me ve.

Estoy esperando
...Algo.

jueves, 23 de abril de 2015

Ella

Sí,
ella es un ángel
que sin querer, me enamoró.

Que sin desearlo ella,
se apareció en mi cabeza
cuando mandaba el mundo a la mierda.

La soñé.
Plantó un punto de desesperación
en mi fantasía,
y en mi realidad.

Su sola proyección
y su mirada,
y sus sonrisas,
y su libertad.

Quizá eso decía el cuento.
Lloró gran parte de su vida,
recordando un amor que no le correspondía;
pero al final, sonrió.

Me descubrí pensándote,
cuando aun debía llorar.

Me descubrí soñándote,
despierta.
Inventando irrealidades realistas.

Creo que ésta es mi sonrisa más verdadera.
Las otras no tenían profundidad, ni propósito.

Quizá es un cuento inventado,
una dulce mentira infantil.

Decir “mi destino”;
o pensarlo como verdad.
A veces lo creí
y a veces, no.
Pero comencé a pensar
que quizá era mi destino
encontrarte.
Buscar, desesperadamente, el sentido;
una nueva dirección.
Solo teniendo para responderme dudas
y en ese humo,
verte.

Y en ese humo,
verte
para despertar mi corazón, otra vez;
y nuevamente, llorar.

Otra vez,
y gritar,
y reír.

Estar acá
para encontrar la pieza perdida de mí destino.
Para encontrar un sentido pequeño
en mi vida;
para llorar, sonriendo,
imaginándote.

¿ Solo adiós?

A lo máximo que llegó tu fuerza para retenerme,
fue a decirme adiós.

A decirme adiós,
y yo que me sentí una estúpida por creerte otra vez.

Una idiota,
una humillante versión de mí
que te amaba,
y que por ese amor
volvía a ser estúpida.

Y que por ese amor,
siempre te creía.

Y que por ese amor,
te amaba.
Y que por ese amor,
siempre te escuchaba,
y buscaba tu compañía,
sea como fuese.
Aun si querías otro cazador para  mí.

Yo quería morirme.
¡ No eran tus labios,
no era tu boca!
¡ No te estaba besando!

Y me quería morir.

Me entregaste a otro cazador,
cuando yo hubiera muerto por tu bala;
y me fui.

Me fui
porque me matabas.
Porque siempre fui una idiota
que por amor, te creía.

lunes, 13 de abril de 2015

Voy a matarme; no, quiero vivir.

Voy a morir, lo prometo;
pero antes,
voy a vivir hasta el final.

Hasta mi último segundo
voy a vivir,
pensando que quiero vivir más.

Voy a morir
un día,
¿ Por qué esperar, no?
¿ Qué sentido tiene vivir
si estoy así?

Y no hay nada interesante, para mi;
soy una persona muy débil,
con pocas ganas de vivir.

Y al ser aburrido
el día a día,
me lleva a pensar
que ya viví todo lo que debía.

Así que,
en mi última estrofa,
la conclusión es
voy a matarme.

Así que,
prometo vivir hasta el final,
porque yo lo amo.

Porque salí del Paraíso
para venir a sufrir
y a amar.

Y como me encanta esto,
la bipolaridad
del sentir
prometo vivir,
porque mi vida no es mia.
Porque la vida es un pequeñísimo instante
comparado con la eternidad,
prometo vivir.